Recolecta

Recolecta
Recolecta

miércoles, 29 de diciembre de 2010

¿Qué hora es?

-¿Qué hora es? -pregunté yo.

-Es la hora de amar -dijo él.


Y empezó el mejor viaje de mi vida.

La verdad no sabía la hora, él me había quitado el reloj y toda cosa que me atara a la realidad.


-Ésta será tu realidad, la que vivas conmigo –me dijo al oído como si supiera mis pensamientos.


Caminamos por tierras que no creo conocer, árboles que parecían encubrirnos, como si huyéramos del mundo.


-¿Para dónde vamos? –le pregunté.

-¿Confías en mí? –preguntó mirándome a los ojos.

No dije nada y aún así le respondí, porque –obviamente- a él le entrego hasta mi vida.


Nos detuvimos de pronto:


-¿Hacia la izquierda o hacia la derecha? –me pregunta.

-¿Cómo? –dije yo.

Me replica: -escoge, ¿hacia la izquierda o hacia la derecha?

-Pero… (y me interrumpe diciendo)

–Hacia donde sea que escojas ir, ¡yo iré contigo!

-Hacia la izquierda –dije yo; y seguimos el camino de la mano.


Se escucha el mar a lo lejos, puedo oler incluso ese aroma particular; llegamos a la orilla como de un salto.


Él suelta una carcajada, le pregunto el por qué y me contesta: -¡Dios hace maravillas!


De pronto veo a alguien conocido, aparecen 2 y 3 personas más; “son aquellos que han partido” (lo sé pero no lo digo, sólo lo pienso; no hago nada).

Poco a poco reconozco a los demás, entonces él me dice -¿confías en mí, no? Ven, entra al mar conmigo-. Y entré…

-Pregúntame qué hora es –me dice.

-¿Qué hora es? –le pregunto.

-Ya tienes el amor, ahora es hora de VIVIR.


Y en un abrir y cerrar de ojos…

Desperté de un estado de coma.

1 comentario: