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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Escoger ser feliz

Si te concediera un deseo, ¿cuál sería? ¿Acaso pensarías en alguien más que no fuese tú misma; pudiera ser el caso que te sientas más angustiada que feliz, mantendrías la cordura y no serías objeto de impulsos?

Has crecido en un mundo donde según “los grandes sacrificios conllevan grandes recompensas” aunque no necesariamente se cumpla, pocos son los nobles sacrificados y demasiados los que ni se inmutan por hacer algo y aún así le encuentran la “maña” a la riqueza.

¿Desearías algo que pueda multiplicarse y sacarle frutos en el tiempo o escogerías algo para saciar tu penoso complejo?

¿Qué tienes? Tanto rogar y aquí lo tienes, y parece haberse esfumado tu voluntad de actuar… (Tic, tac, tic, tac) El tiempo corre.

¿Por qué la ráfaga de recuerdos? ¿No eras acaso una inconforme empedernida?; explícame por qué miras hacia atrás en vez de mirar hacia el futuro.

¿Será que eres feliz? Que las adversidades sembraron pesimismo y perdiste la noción del valor y el sentido.

Ésta vez es un deseo, imagina si lo perdieras todo, entonces ¿qué deseas?

- Tiempo, dame tiempo.

¿Tiempo? ¿Para qué?

- Tiempo para ser feliz conscientemente, para declarar el valor de las personas y de los detalles en mi vida; para admitir lo tonta que he sido por no escoger ser feliz.