Recolecta

Recolecta
Recolecta

martes, 8 de octubre de 2013

Recuerdo a color

Aún lo pienso y alcanzo a sonreír y es que el recuerdo apenas se forma y me acompaña por siempre.
Expectativas queriendo irse a volar porque la perfección nos visita y nos hace sonreír.

La paz y la algarabía combinan con las miradas, las fotos captando esencias y el trago inhibiendo las penas.
Lo más importante de todo es ver que sin importar el tiempo seguimos siendo los mismos seres evolucionando el corazón en un mismo cuerpo, las mismas miradas que se reecuentran, las sombras que  se abrazan.

Celebrar, en eso consiste la verdadera vida, celebrar las oportunidades de dar lo mejor de nosotros y habilitar nuestro  corazón para hacer realidad cualquier sueño escondido.
Saber que nos encontramos sin buscarnos, conocernos cada día un poco más aunque estemos unidas desde toda la vida.

Así cuando al fin comulgamos en el mar nos embargue la profundidad y la serenidad que sólo él puede brindar, la afinidad que choca contra el cielo mientras nos hacemos más amigas, la melodía perfecta que parece habernos esperado para hacernos saber que la amistad como la hermandad son un tesoro constante, el pálpito de lo intangible haciéndose presente en medio de todo.

Sólo así unos días son capaces de cortar la distancia en km, así recuerdo que estamos esparcidos en medio de la tierra para reencontrarnos y hacernos compañía en el camino.

Así es la familia, así son los amigos verdaderos, como tú y yo.

lunes, 7 de octubre de 2013

Amistac


Para hablar de ti necesito sentarme, preferiblemente al aire libre.

Cuando te conocí estaba en marcha, más lejos de lo que podía presumir la presencia de mi cuerpo;  tal vez no lloraba, pero me encontraba desaparecida.

Digamos que he caminado mucho, que los retos y los sueños han estado a prueba, que hasta ese instante había olvidado la frescura de lo inesperado, de la verdad que te sacude.

Un día escuché que entre las estrellas que vemos en el cielo hay algunas que ya murieron pero brillaron tanto que su luz aún permanece. No sería tan absurdo pensar que somos polvo de estrella, almas cuya luz vienen viajando y atravesando los espacios para reencontrarse y acompañar a quien las ve.

No creo que hayamos pensado ésto bien, en medio de un mundo tan revuelto y personas cada vez más dejadas a voluntad propia.

Amiga por razones naturales, por las similitudes y las asperezas, porque hay que afrontarlo: sin esperar se espera más.

Entonces, acompáñame a brindar, a abrazar la vida que se nos presenta, a transitar los espacios entre el mar y las maravillas enterradas en los libros.

Por las cargas que llevamos y nos definen, y más que eso nos desafían.

Por la llamada en medio del vacío y la algarabía en compañía.

Es mucho y a la vez diminuto.

Dificilmente podría hablar con otra lagartija, he de reconocer.

Gracias totales.

Y que la amistac se esparza como el granito de mostaza.