Recolecta

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domingo, 17 de marzo de 2013

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Mirarte y encontrarme justo en la profundidad.

Saber a qué sabes antes que lo que piensas.

Entender el silencio de tus espacios y valorar la simplicidad de tus palabras.

Me tomas como a un tablero de juego, siempre atinando al blanco.

Avances entre los cortes de tu respiración y la mía.

El cielo que toco cuando me dices al oído te quiero.

Acuarela el paisaje que nos acompaña como queriendo imitar la lluvia que nos arropa.

Víctimas del fiero ataque de un volcán, achicando las esquinas no conocidas de mi ser.

Tú y yo. Nadie más.

Centinelas nos rodean y nos hacemos expertos en fingir demencia aunque tú la practiques cada vez al verme.

Me gusta verte con las manos y tocarte con la boca así seguimos hablándonos con los ojos como dos extraños que se hacen íntimos a cada rato.

viernes, 8 de marzo de 2013

Llegó la princesa

 

Llegas sin advertir que sólo basta con mirarte para dejar el corazón prendado.

Una vida colmada de Dios, cuna donde reposa el milagro del amor, la magia que te toca y no para de hacerte mejor.

Se trata de la princesa, la pequeña cargada de luz que vino para recordarnos que Dios dice amén a lo que soñamos con el corazón.

Eres la flor que se abre en esplendor, la ternura que nos suaviza el corazón.

Me haces tener la convicción de sujetarte de la mano y no dejarte caer jamás, acompañarte en cada tramo, ser tu amiga por siempre.

Sólo por alguien como tú se elevan los cantos angelicales y el color de las aves, eres la serenidad y la compañía que hace brillar todo a su alrededor.

Cómo saber lo que esconderá tu corazón si ha de ser un rincón mágico, un lugar para reposar feliz.

Duerme y sonríe, sueña y no te detengas en tu andar, muchos nos mantendremos vigilantes y cercanos a tu corazón de ángel.

domingo, 3 de marzo de 2013

Tú y yo

 

Cerca como pueden estar dos polos opuestos que se gastan en atraerse y gustarse.

Unidos y pendientes de un hilo, atraídos como dos locos imanes.

 

Juntos como sólo pueden estar los que se han perdido y buscándose estaban.

Como dos gotas que se funden, tu mirada y la mía, espejo empañado.

 

Adhesivo directo al corazón como dos piezas incompletas que brillan al reencuentro.

Expertos en el intento fallido de separarse, como hechos a la medida.

 

Mezcla instantánea de locura y cordura, mar y cielo, hombre y mujer.

Comunión entre tu voz y la mía, los sueños, las ganas, las buenas intenciones y las travesuras.

 

Tú, yo, nunca más. Tú y yo ¡cuánto ingenio!

Hechizo hecho con tu mano y la mía, tu labia y la mía, tus ojitos que me contagian.

 

Pegamento entre corazones consumidos sin intención de detenerse por un minuto.

Abrázame y prometo llevarte de paseo, sin nadie más que tú y yo.