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miércoles, 7 de julio de 2010

Construyendo País


Cierra tus ojos y ponte a pensar un momento, en qué aporte puedes dar para formar y consolidar el desarrollo de tú país. Empecemos:

Trata de equilibrar tu cabeza y corazón, trata en lo posible de sentir lo que pienses y que con madurez, sea tu corazón el que exprese tu verdadero valor ciudadano y que éste llegue a provocar un orgullo interior que sobrepase cualquier opinión opuesta, mientras estés dispuesto a oírla como si fuese la tuya misma.

Aprende a mirar a los demás como si te miraras en un espejo, recordando que estamos llenos de virtudes y defectos, que las virtudes hay que mantenerlas y disfrutarlas, y que de los defectos puedes sacar una lección y de ellas poder formar una nueva virtud. Además debes recordar: virtud, no es el aspecto o característica que te hace superior a los demás, más bien es aquella parte de ti que te hace más sensible y que te da la potestad de expresarla; y ser parte de los demás más que de ti misma, por el simple hecho, de poder ver otro lado de la vida, la oportunidad de sembrar y cosechar en ella.
Sé sencillo, piadoso, comprensivo y razonable; características que te hacen igual a los demás, y que son tus sentimientos y virtudes las que hacen la diferencia en algo más que tu interior.

Cree en tus instintos, desarróllalos, compártelos y fortalécelos con cada acción que hagas, y que ella sea en nombre de esa esencia que vive escondida en el interior de tu alma.

Quiere, ama y apasiónate cada día de tu vida, recuerda que cada paso que des es un camino a seguir para otro; y en el tiempo serán las huellas de tu identidad, las ganas de luchar y el propósito que tuviste para que en el mundo te recuerden como una forjadora de esperanzas.

Ahora, es momento de abrir tus ojos, mirar la realidad y decir: "quiero hacer la diferencia", no para ser recordada como una heroína, sino como aquella persona que fue capaz de sentir tanto como pensaba, y aprovechar sus virtudes para un sólo propósito: dar un paso hacia la verdad y ahí en ese preciso instante, soñar que en tu mano está el poder de mostrar lo que vales, y que tu orgullo está en la esencia de cada fragmento vivido, en cada niño, en cada noche y que juntos queremos una sola meta:

Un País, VENEZUELA.


Increíble ver, como pasan los años y parecen verse los sueños y las agallas de lucha rodar hacia un vacío, qué más se espera antes de terminar con la soga alrededor de nuestro cuello?!
VENEZUELA no te pertenece "Señor" Presidente..

Dios nos sigue protegiendo... Está atento VENEZOLANO!

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