¿Quién habrá inventado las piscinas?, de repente me intrigan los payasos y la vida de los cirqueros.
Y es que todo parece ser maravilloso, te asomas, respiras y ¡bum! Te llenas de toda esa vida real.
Hay ocasiones en las que debes tomarte mínimo 15 minutos aunque no te muevas, aunque estés en una gigantesca cola, lo importante es no olvidar aquello sorprendente con lo que una vez soñaste y se te quedó pegado en la espalda como cosa que no se ve pero se siente.
Son de esos deseos “imposibles” pues están a sólo un paso, lo que te falta es que te lancen desde un avión… No es un balcón, es una terraza, donde me llega el aire fresco, donde siento el poder de las estrellas y me doy cuenta así en un 2x3 que lo que creo “imposible” es totalmente posible.
Entonces en todos los casos la solución es ver al mundo como realmente es: un conjunto de hemisferios de lo posible, para el niño, la mujer, el joven, el anciano y el discapacitado… Tócalo y siéntelo, abre tus brazos, cierra un ojo y abre bien el otro, pero sin picardía y siente tus sueños dibujar, porque es muy fácil calcar.
Disfruta el arcoíris, haz pinceladas en tu paraíso, toma éste como el tiempo de tu vida; te doy la bienvenida a la terraza de los sueños: ¡Atrévete!
No hay comentarios:
Publicar un comentario