Puedo escuchar el pequeño bip de tu corazón mientras el mío se contiene de no salir por mis labios.
Desconocía este colorido en mi piel haciendo reinar la magia y el desdén.
Intercambiar palabra e interpretar silencios sutiles, cómodos y tiernos hasta dormir.
Estando junto a ti parezco entender cosas nunca aprendidas, desórdenes sensitivos.
Frío afuera y tu mirada cortando con fuego toda barrera, vamos a correr y es una invitación.
Éxtasis la sonrisa del niño que veo a mi lado, un antojo de cercanía irremediada.
Ésto se siente bien.
Sinceridad y cortejo, qué arsenal varonil.
Pareciera que tenemos suerte, quién sabe pero así se siente.
Léeme los labios y habla con ellos, yo prometo abrazarte rápido y sin abrir los ojos.
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