La felicidad que me desborda por todo lo conseguido, porque tras la caída lo que hice fue levantarme, porque seguí y perseguí a todo valor lo que con fe me he propuesto.
Detenerme sólo para tomar aire, cuando se agotan mis reservas, he encontrado el refuerzo perfecto.
Subir, correr y continuar el camino, abrir los brazos y gritar de felicidad, el triunfo ha venido acompañado de grandes amistades que han hecho de ésta, la mejor experiencia.
El corazón abierto para una experiencia de seres hermosos, niños, bebés, angelitos de Dios, que merecen la bondad, la nobleza, el amor y la excelencia de todos.
Al rebobinar, todo esto comenzó con temor; a la caminada y al recorrerlo sola, resulta que hoy finalizo la jornada y estoy al tope del escalón con una compañía grandiosa, más que eso, amigos, y una cantidad de recuerdos memorables, guardados junto a los conocimientos que me harán más y mejor.
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