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jueves, 5 de agosto de 2010

Lo que el mar guarda para ti

Has de ti la persona más loca con cordura; atrévete a batear los miedos hacia el horizonte; permítete fijar tu rostro en mi rostro y luego, lanza una piedra con el mayor de tus deseos.
Recorre el cuerpo de mi arena con pies desnudos, no importa si quema, luego luego se te olvida, no pienses en nada ¡prométemelo!, y verás cómo te sientes flotar aunque tus pies queden grabados en mí… Y es que te aseguro, quedarán permanentes en mí.
Ahora, levanta la mirada, siente la manifestación de los elementos, vive la presencia de Dios.
Si sientes ganas de llorar, hazlo; si intentas disimular estarás perdido, yo reconozco todo. ¡Grita! Haz lo que quieras, al final del día sacaré en ti una sonrisa, cuenta con eso.
Yo soy ejemplo, yo soy la prueba del amor de Dios, del significado de plenitud, si me miras te das cuenta que Dios me hizo vital y al mismo tiempo con necesidad de complementarme de otros, imagina que sería de mí sino lloviera jamás…
¿Sabes nadar? Sino no importa, sino me retan yo no ataco… No tengas miedo, yo sólo quiero cobijarte, y es que sólo aquí te llevas un poco del mundo… Y ¿sabes? tu sabor, tu toquecito de esencia hace falta. A mí, no sólo llega la lluvia, llega el viento, y me llegan las lágrimas, las promesas y los sueños… Yo te conozco, y no tienes por qué bajar la mirada ni mucho menos preocuparte; una vez que vienen a mí y confían en mí, yo confío su corazón a Dios, y es que tengo un trato con las estrellas, te apuesto hay una que te sigue siempre.
No sé si esperabas revelaciones del futuro, espero que no… Tengo para ti: un amor inmenso, porque desde que viniste a mí, siempre tengo un lugar pata ti; creo en ti, en tus lágrimas y sueños, sé que es mucho lo que se pierde, pero te aseguro que lo que se guarda, lo que hay deparado para ti, es tremendamente inmenso.
Porque el guerrero sin armadura no pierde, porque el querer es hasta el olvido y el amor hasta la muerte, porque todos somos parte de UNO.
Porque la vida da lágrimas sin heridas de sangre, porque da aliento sin tener que respirar, porque conquista sin poseer dinero, porque son muchas las veces que llueve sin que se oculte el sol.
El querer da un placer, el amor da un hijo… ¡Una cosa eterna!
Ya cayó el sol, ya mis olas tienen sueño, pero antes de partir, quiero decirte: tu complementas al mundo, o explícame ¿cómo fuiste parte de mí sin siquiera conocerte; cómo lleva tu nombre una estrella; cómo Dios te ama desde antes de haber nacido?
No con lo que dejó de pasar, no con aquello que pasará… ¡Es con lo que ERES, que retumbas de la tierra al cielo!

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