Si me ves directamente a los ojos podrás ver mi poder, ese que promueve la magia y todo lo que se cultiva en mi pecho.
Cuántos procesos de renovación mientras el tiempo parece detenerse, puedo mientras las agujas se detienen sostener las mentiras y romperlas con mis manos.
Porque gracias a lo vivido hoy soy guerrera y nunca más cobarde, por el viento de la esperanza mis heridas no sangran, soy como el fénix desde que cerré la puerta de los malos hábitos, de los intereses y de la gente asesina de sueños.
Sólo hasta que caí, comprendí que eres tu propio impulso, que desde arriba todo cambia de color, que tus pulmones respiran de verdad, sin miedo de explotar como globo cerca de la luz.
Hoy sé que hasta el invierno más bárbaro termina por ceder, porque sólo la fuerza del espíritu divino sostiene el cielo por encima de tu cabeza.
Si quieres conocer mi alma, toma mis manos y luego mírame con amor, ahí tendrás todo lo que soy.
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