Dios siempre se encarga de hacer maravillas en la tierra, a través de las personas que parecen ser ángeles y que por su gran corazón están más cerca del cielo que de la tierra.
Personas que son muchos seres dentro de un mismo cuerpo, que son hijas, hermanas, tías, amigas y madres, porque están por amor y no por obligación, porque nos recuerdan continuamente que la bondad existe y hace del mundo un mejor lugar.
No existe entonces detalle pequeño si éste es capaz de acercarnos a Dios, que dicha y que honor haber sido testigos de una vida llena de detalles.
Que la muerte no opaque la sonrisa, que la fe y el amor colmen el vacío y que la vida se mantenga a través de los recuerdos, para hacerla grande y nuestra por siempre a pesar de la ausencia.
Porque esto no es una despedida sino un hasta luego, te amaremos y querremos por siempre Lilia.
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