Saber que el miedo existe aunque todos disimulen y le huyan como a tal epidemia.
Resulta entonces irónico que lo más difícil para el ser humano sea no tenerle miedo al miedo.
Sentir miedo es conocer nuestras limitaciones, es hacernos conscientes del riesgo o ¿acaso cuando cometemos “locuras” no sentimos nada?
Cuando amamos a alguien sentimos miedo: de herirlo, de alejarlo; cuando somos felices haciendo algo, tenemos miedo de estropearlo porque nos hacemos conscientes del plano del tiempo y del espacio.
Quien experimenta el miedo aprende a conocerlo y aprende a dominarlo, sabe que existe el control y que a diferencia de algo negativo puede convertirse en algo más que positivo.
Aquel que siente miedo, valora y protege aquello que “peligra”, actúa según las circunstancias y se arriesga a actuar como su corazón le indica, porque sabe que no tiene nada que perder pues su miedo le ha mostrado el peor escenario posible, las consecuencias de sus acciones y ahora sólo resta la valentía y el coraje de enfrentar el desafío.
Para sorpresa de muchos no existe alguien más en compañía que quien conoce la soledad, nadie consigue la seguridad que aquel que ha sentido el miedo, porque nada lo toma por sorpresa, nada lo detiene ni lo perturba porque confía en su actuar y porque sabe que es afortunado por naturaleza.
Me ha gustado tu publicacion. Me ha parecido muy interesante, ya que el miedo es algo que todos sentimos constantemente aunque muchas veces lo negamos.
ResponderEliminarCreo que en la vida hay que actuar con cautela, tanto es perjudical vivir con miedo a todo y dejar nuestra vida paralizada porque tememos que no salga bien, como vivir al dia sin pensar las cansecuencias "tirarse a la piscina sin nisiquiera mirar antes si hay agua".
Los miedos nos limitan y hay que tratar de afrontarlos siempre y cuando lo hagamos con responsabilidad.