¡Celebración!
Aquella vibración resonante en mi cabeza,
deambulando en mi sistema límbico,
ha de ser ilusión óptica o quien sabe si alucinación.
Al borde donde reposa mi cordura,
los rastros de rectitud arrimados por la fuerza mutante de los lazos,
justo ahí se aloja aquel trozo agobiante de mi vida.
¡Celebración!
Aquella música pegajosa que me hace bailar en un solo pie,
serán el amor y las amistades ¿las zonas de socorro?
Las que despiertan dolor lumbar de tanto bailar el trencito.
Mis ojos desorbitados ¡que no cunda el pánico!
Es solo emoción, felicidad instantánea,
el aliento que te hace descansar sobre brasas encendidas.
¡Celebración!
Aquella manía de temer,
tal parece mantengo los reflejos que han de desaparecer
cercano a los 6 meses de vida.
¡Lo siento! Por mantenerme frente a frente aunque no logres verme,
en ocasiones viajo y no me percato del aterrizaje.
¡Celebración!
Por este reflejo poco vago,
esta supremacía de llevarte dentro de mi corazón
y dejarte reposar mientras sazono tus bloques de defensa.
¿Debo disculparme acaso? Mi corazón se aconcoja,
se lleva a cabo la desfragmentación.
¡Celebración!
El acto de no aparentar,
es cuestión de aceptar y no esperar,
tallarnos un tramo incómodamente repleto de verdad.
¡Celebración!
Porque aún si fueras un LOE (Lesión Ocupante de Espacio)
seguiría abriéndote los brazos, te quisiera fuera de mi pero jamás te olvidaría,
te lo prometo my friend; te lo prometo my love.
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