Detente, es algo bueno.

Detente y escúchame, siente mis intenciones, toma mi mano y echa a andar conmigo. ¿Por qué te intimidas si te miro a los ojos?
Calma tu espíritu alocado, la vida es mucho más de lo que habla la gente, lo importante está en el valor de las acciones y no hablo de las que reposan en la bolsa sino de aquellas que nos definen mientras vamos caminando.

No huyas si te digo que te amo, deja ese deseo de gritar despavorido, no lo he inventado, a ti y a mí nos ata algo más fuerte que las similitudes.
Si logras observarme bien, notarás que me cuido y ¡cómo no hacerlo! Si en estos tiempos todo es hacer daño y traicionar, pero también es cierto que tú y yo no somos cualquiera, somos los que hemos crecido juntos y a pesar de las asincronías, nos sujetamos cuando la tempestad arriba.
¿Qué es esa locura tuya? Si así son las cosas supremas: mágicas, sublimes e incontrolables.

Te quiero por muchos motivos y te amo sin ninguno.