Las pláticas de la luna y la noche acerca de mi vida y mi mundo pretendiendo mi inexistencia, ¿dónde está el respeto?
Reposar en medio de la nada, dentro de una balsa con tan sólo un remo ¡esto es vida! El espacio diminuto donde logro callar el incesante cuchicheo de mi cabeza.
Vida y muerte, me la paso en un tambaleo eterno, ¿acaso estaré enferma? De ser así, ojalá sea de amor.
Sin amor no hay pasión, sin pasión no duele y si no duele, no es real. Exacto aunque maestro en eso de improvisar, heme aquí pidiendo un aventón directo al compás del amor.
¡Aquí viene la tormenta! Asediando con ganas infalibles de hacer daño, ¿qué carajos? ¡Yo no soy su rival!
A veces parezco haber llegado tarde a mi nacimiento, siempre tan adentrada en el tiempo añejo, sólo espero no se adelanten los hechos trágicos.
¿Riesgos? Eso que asumo todos los días al amarte, haciendo vulnerable mi tacleo zone, riesgo el permanecer tendida bajo un cielo siamés del amor: siempre fluctuante con deseos malévolos de hacer del calor frío y viceversa.
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