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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Afiliada a tu vida

El tiempo más lento del mundo, cuando te tengo en la mano, cuando me reencuentro en ti y me libro de pesares, por la belleza de acostumbrarme a amarte todo el tiempo.

La fiesta que se prende cuando se desploma la mentira, en el momento justo en el que la tristeza parte herida, se van acabando las angustias, empieza a tocar fondo, a acariciar la felicidad celestial.

Cae la lluvia, cae el día y la noche y todo permanece inmaculado, porque tú y yo seguimos atados a los ojos del otro, porque se paraliza el mundo mientras me haces feliz.

Una combinación perfecta: tú mirando el cielo y yo mirándote, porque rozamos la sincronía perfecta, la magia y el deseo, mil páginas repletas desde que te conocí aquella vez.

De repente descubro la cláusula en el contrato, estoy hasta el cuello de tu amor, por fin puedo mandar postales pues estoy en mi lugar más feliz.

Puede que el mundo siga su curso sin ti, pero aquí estoy afiliada al bus de tu vida, cuando por fin te puedo olvidar es cuando me reencuentro contigo, cuando sanan mis heridas y recupero mis alas perdidas.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Navidad es

Navidad es celebrar la vida, buscar las razones para sonreír indefinidamente.

Navidad es saber que somos más intención que deseo, que lo que entra a través del corazón jamás se pierde.

Navidad es el calor, las sonrisas y las luces; la fiesta eterna por el nacimiento del Niño Dios.

Navidad es el instante en el que volamos y logramos alcanzar al niño que guardamos en el fondo.

Navidad es la valentía del sueño nuevo, la melodía tierna en el regazo de nuestra familia y las cosquillas que atacan en compañía de los amigos.

Navidad es saber que existen mil formas de vivir y que aunque no sea fácil, se vale aprender a vivir sintiendo.

Navidad es reconocerse en el espejo y reírse de sí mismo, descubrir que podemos ser muchas personas dentro de una misma.

Navidad es saber que se vigila tanto la causa como el efecto; hacernos conscientes que somos parte de un todo y que cuando nos tomamos de la mano honramos al que nos cuida desde arriba.

Navidad es para los idénticos y los ajenos, una fiesta universal.

lunes, 19 de diciembre de 2011

El cielo en la tierra

Una revolución entera estrenándose en las afueras y las personas siendo simples peatones; una recopilación de intentos fallidos, los sueños van cuesta arriba.

Mantenerse en el lugar más lejano, pareció haber sido la clave para omitir juicios, para sopesar cualquier esperanza; si la vida es polvo, si todo se pierde ¿quién se arriesgará a sembrar? ¿Quién con el coraje de recibir la bala?

Aún cuando parecemos estar más lejos, yo tengo fe, el tesoro más grande aguarda en el interior de cada uno.

¿Qué felicidad no tiene un poco de tristeza? ¿Qué fiesta no guarda un tanto de soledad? Amar no es un sueño, se debe saber tanto para ejecutar aún más…

Lo imposible sólo existe para los extremistas, la luz de mi memoria continúa encendida, tras el despojo de la locura juvenil, el descubrimiento continúa porque apunto hacia adelante.

Y si alguien me tropieza, lo ayudaré a levantarse, se acabó el tiempo de oscuridad, yo sé que se renace todos los días.

Existe una llama encendida en el corazón y eso otorga la luz del mundo, para saber que estar juntos es un milagro que hace más y más hermoso el caminar en esta vida, hacer el cielo en la tierra.

domingo, 11 de diciembre de 2011

El hombre que escojo

Es una roca en el desierto, mi balsa en mar abierto, el fuego en medio de la nieve, el sonido en la soledad, lo que me levanta y me pone en preaviso; la palmada, el beso y el abrazo, mi cielo y mi infierno.

La cordura y la locura, mi mar y mi fuego, la razón para comenzar de nuevo, aventarme al juego y enseriar mis ilusiones; soportarlo es fácil, hacerle daño tan difícil y romper el lazo con su mano, imposible.

El aliento cuando voy en caída, el causante de mi risa, el empuje de mis metas, el fiel pegamento de mi corazón.

La sorpresa, el modelo, mi compañero y amigo, quien seca mis lágrimas y me acerca al cielo, quien me hace compañía cuando el frío ataca, con quien discutir me hace mejor, con quien los secretos no son más grandes que la confianza.

Para decir esto me sobró el tiempo, él lleva años sosteniendo mi corazón entre sus manos; a quien amo y sigo amando, a quien el reloj no toca, porque no es un robot ni uno más del montón, es el hombre que escojo.

Nadie entrega su vida entera a otra persona, pero yo profeso compartir la mía con él porque no espero perfección, habrán conflictos pero más alegría porque al corazón nadie lo engaña, por esto yo empezaría de cero porque con él no siento miedo.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Celebrar la razón

Es un lugar que da miedo, que asusta, puede incluso acompañarse oscuridad y aún sin entenderlo no gritas, algo te dice que es mejor tomarlo con calma.

Cuán errados cuando intentamos incursar con el cambio desde el exterior, primero se cambia el interior y ahí el mundo cambia, verás como el alrededor pasa de ser el lugar más atemorizante al aposento cálido.

Otra voz me mandaba a callar, parecía una conciencia ebria, adicta a mis malos juicios, los perjuicios; de repente una sacudida en medio del desorden.

Hoy me llega una razón para celebrar que hay un titiriteo al fondo, que la luz penetra, que el miedo a limitarse se manda a volar.

Porque con todo y los defectos, y las veces que eché a llorar, nunca ha sido suficiente para callar al corazón.

Un montón de cosas haciendo bulto en el sueño, haciendo duro el camino, si la idea es estropearme el sendero ¡qué pérdida de tiempo!

Yo continúo mirando directo al corazón y no a la imagen impresa para engañar; yo sigo creyendo y celebrando que en un salón relleno, conseguí lo que no buscaba y valoro tener: un amuleto y una razón para seguir creyendo, para apagar la ebria y adicta conciencia.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Otra oportunidad

Las paradojas del día a día, fingir o asumir que el tiempo nos va cambiando la apariencia, el modo de pensar y hasta el corazón.

Entender que todo pasa aunque nada sea igual, aprender la disciplina de no mirar atrás, de apreciar lo valioso y desechar lo inmodificable.

Tolerar la brisa que no sopla, como la lluvia que no moja, dejar pasar el capítulo amargo donde nada ya es nada; cerrarle el camino de regreso a la melancolía.

Las ocasiones en lo que más protegíamos es lo que más daño nos hace, despertar del sueño inmaculado, relatar las buenas intenciones que acabaron siendo demasiados pecados.

Llevarlo hasta el límite, entregar todo por aquello que más has querido, pues aunque no termine en tus manos será al menos el consuelo que baste para seguir adelante.

De las cosas totales, el campo del sentimiento es el más peligroso, daño inminente por soledad, a veces por exceso de incredulidad o ingenuidad, la rutina se a quebranta, reina el interés y la potestad.

El miedo, el anhelo, aquello que te respalda, que te levanta y aún te mantiene a ritmo, aún con los tropiezos, si prestas atención los detalles se conservan, los que están cerca y te permiten pasar el momento, que a pesar del desastre te continúan brindando otra oportunidad.