Fluyen las emociones como barco en altamar, ¿para qué luchar con algo más grande que tú?, qué me queda por hacer si he vivido soñando todos estos días.
Ciertamente este viaje ha sido como conocerte de nuevo y aún así sentir que te conozco de antaño.
Nada fue ni remotamente parecido a lo imaginado, ésta vez la cuestión era vivir a riendas sueltas como si mañana nada fuese igual.
Y así es, no podré verte igual nunca más, hasta la pena termina desterrada de todo este safari de momentos mágicos y especiales.
¡Qué recompensa vivir y valorar!, tener un lugar único donde guardarlo, saber que esto fue la llave que abrió una puerta eterna..
Hoy me cuesta entender los sentimientos que hieren, la constante búsqueda de amigos anormales que sólo duelen, cuando en medio de todo habitan las personas que nos ayudan a mantenernos en pié aunque sea a punta de risas.
Que difícil para los ciegos emocionales ver que el querer sujeta y duele mientras que el amor libera y duele sólo cuando pretendes dejarlo.
Hoy dos ojos aguarapados y un corazón encogido resumen el mejor de mis viajes, un hecho más grande que el descubrimiento de América, tener el chance de reencontrarme en ti y quedar en deuda.
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