En medio de la nada, aquello que escuchaba y venía irrumpiendo mi silencio, eras tú y tu locura.
Aquella compañía de inocencia en medio del mundo, eras tú con todo el amor.
Trazando caminos de la nada, abriendo mi vida a todo el resplandor, eras tú aquel sol.
Revoloteando sin alguna precisión, intentando coronar la sonrisa ante la tristeza, eras tú y tu embajada de color.
Cambié y cambiaste tú, pero sin ser diferentes, no es pasado ni repetición, eras tú para siempre.
Mucha y tanta envidia, tan poco amor y la gente huyendo; en cambio tú comandando la campaña de la niñez, que raro o no tanto, eras tú.
Soñar a pesar del miedo, con todo y la desesperación, todo está bien, no estoy sola, siempre ha habido alguien y ése, eras tú.
Puedo decir entonces que mi puerta no ha dejado de sonar y entre mis llaves siempre estará la de tu corazón y es que quien me enseñó a eliminar el orgullo como mala hierba, eras tú.
Nunca nada será pobre ni vacío, cualquier tierra es fértil si la alimentas de amor, cuando el sol empieza a colarse y abrir mis ojos recuerdo aquella guía, aquel consejo, aquel silencio y aquella fiesta, todas las veces, eras tú.
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