Hay historias con hombres y hombres con historias, hombres cuya grandeza ha de ser medida en su nobleza, en la familia forjada y en los amigos cosechados.
Hay hombres destinados con un gran corazón desde antes de nacer, porque corren por sus venas sangre de padres de lujo.
Hay hombres novedosos, de mente brillante y pensante, que no se opacan tras su carácter; hay hombres que nacen para marcar la vida de quien tocan.
Hay hombres que se enfrentan a batallas inimaginables y sufren pérdidas que atentan contra el corazón y que aún tras todo pronóstico su escudo han de sacar para no cesar la vida.
Y sí, hay hombres cuyas tempestades parecen crear miedo, pero por su parte siembran un refuerzo de fe; hay hombres que batallan todos los días por la vida y por las personas que albergan su amor.
Hay hombres que renacen de las cenizas para ser mejores hombres, hay hombres que se van acercando poco a poco al cielo.
Hay hombres cuyo odio separan al mundo y hay hombres cuyo amor unen familias.
Hay hombres de mundo… Y en el mundo no habrá un hombre como él.
Para I.R.F.D. que en la eternidad de Dios nos esperes.
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