Guardia: amor y terror

1:59 am del 14/12/12 ¿ligera libertad? Tanto dicen y tanto digo, cuanto tiempo perdido.
Acostada en una zona "prohibida", sector terrorífico del hospital pese a no ganarle a la grisácea estampida que es la emergencia, ese osado lugar, donde ocurren milagros, donde ángeles hacen vivir y donde a cualquiera le llega la muerte.
Dicen que no hay más miedo que sentir, no saben lo que dicen. Deseos de sentir el exterior sin tener que salir, mi panorama es la cama de arriba, eso es lo que tiene para mí la litera donde reposo.
Duendes, cocodrilos, ¡qué escape! Nunca había sido así ni por un instante.
Me pregunto bajo la melodía que retumba mis oídos ¿dónde estará mi corazón?
Las cosas en las que pensé tener razón, bullshit bullshit.
Las pequeñas cosas, los maletines que me revuelcan.
Me visitan pensamientos médicos tal vez sea la vocación o que a cada lado ronca un ápice de traumatología y otro de neumo.
¿Quién que venga a darme un abrazo?
He estado ardiente, quemando, siendo quemada... El humo se ha convertido en mi perfume.
Droga, droga, esencia desde mi hueso.
Un impulsivo instinto de pulcritud me causa gracia, reposo en una cama desnuda y una almohada que data de los años 1600.
Todo esto puede ser verdad pero también mentira, sin embargo aclaro que intención de ser mala no he tenido.
Mero deseo de ser yo, sentirme y vivir según mis más profundos deseos.
Nunca más seré más yo misma que ahora, entonces baby todo esto tenía que ser ahora.

Se cierran mis ojos bajo la luz de mi skyrocket, el frío va ganando terreno, me acompaño de música; sólo espero que robarme estas horas no me cuesten, por lo menos no tanto.