Aventada de frente a la situación de entender sin comprender, de correr sin caminar, de prisa sin derecho a enfriarme ni a pestañar.
Encerrada, ahogada, casi sepultada… Con ganas de vicios que oculten las fallas, atributos que desvíen las miradas, caminando de igual manera sin que intenten joderme.
Sin agradecer el llamado no pedido, batallando, soportando que esto es realidad de mi mundo, que el trazo a recorrer es a juro: todo o nada..
Ver a todos y ver distintos puntos de vista, alrededor de mi mundo, de mi círculo interno, del área de confort, todo ido, todo en penumbra.
Permanezco despierta sin pestañear, esquivando los hirientes intentos de abatirme, soportando los estragos que buscan llevarse todo menos los kilogramos de más.
Duro trabajo, con caídas por doquier, al final del día sólo queda desagrado por aquellos desensibilizados y empiezas a correr desbocado por el pavor de que ese tipo de fuerza te toque siquiera.
Suspendida, no puedo con nada más que lo que afronto día a día, se me escapa el aire, pero el sueño ¡jamás!
Si abatida deseas verme ¡aprovecha! que tengo sueño, porque aún con todas las fuerzas en off, quien soy no lo doblego ante nadie, ni hoy ni mañana, ni por razón ni por error.
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