No, no pasa nada si nos detenemos, el mundo continúa orbitando, y puede que no sea correcto, pero así continúa siendo.
¿Quién es más fuerte: el querer o el poder? Muchas veces peco, por quedarme en el mismo lugar, añorando cosas, asumiendo riesgos que no están asegurados en mi póliza.
Entre el principio y el fin hay mucho trecho, las cosas que te almidonan la estancia, los malayos que parecen caer del cielo, todo al final, proviene del mismo lugar: incógnita.
Los episodios donde aún en depleción dedicamos un suspiro, donde rescatamos la electricidad e iluminar al otro podemos, aunque sea a punta de sonrisas.
¡Incógnita! El minúsculo espacio donde parecen convenir las cargas positivas y negativas, donde socorremos desenfrenados a un llamado aún no pronunciado, parece locura pero ¡no es! o ¿sí?
Existen los alucinadores y los ilusionistas, los que inventan y los que innovan, donde convergen las artes y las ciencias, ¡EUREKA!
¡Bienvenido a incógnita!
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