Heme aquí en la aventura de descubrir ese mundo tuyo.
Basta la fe y el amor en lo que hacemos para alcanzar la grandeza de lo supremo.
De las cosas extraordinarias, ojalá se repitan las personas como tú, donde repose la voluntad y el corazón del mundo.
Los caminos alternos que nos llevan al cielo mientras habitamos la tierra, el ritmo con el que trabajas hace ver fácil cumplir las maravillas, ojalá los sueños residan siempre en la hoguera eterna, para que ilumines al mundo con tu luz propia.
Que no caigan los senderos, que no cesen los gritos de oposición y lucha, no hay tiempo para la historia, es momento de hacer historia en el tiempo.
Claros y puros, como la visión de tu mirada, que manera de transmitir lealtad tan solo con estar, es la verdadera seguridad que te permite salir a luchar y aún así regresar a casa cobijado.
De las cosas que apenan yo me enorgullezco, porque conocer a alguien como tú, ha de ser una fiesta eterna, abrazos, elogios y sonrisas para que la compañía no te falte ni de noche ni de día, aún cuando parta la comparsa, siempre serás sinónimo de triunfo y de orgullo porque inspiras las mejores cosas en mí.
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