Parece mentira pero nada de eso importa, es simple: para el amor no hay edad, barrera ni impedimento.
Llega como una luz nunca antes vista, que se pega al cuerpo y te alumbra el alma, cosquillas que te sacan sonrisas de lo profundo.
Momentos únicos como sacados de un cuento, así es eso de compartir más que la sangre y más que los recuerdos, es compartir el ritmo del corazón.
Revoloteo que retumban los huesos, si te gusta esto ¿por qué dejarlo pasar? La vida es una sola y no se mide por los años sino por la vida de los años.
A veces parece que no duermo porque me salto los tiempos de la alegría de nuestro próximo encuentro, esa clase de sueños que nos tatúan una sonrisa en el rostro.
Hay quereres teóricos, compromisos y pensamientos que nos enlentecen como si fuese una actividad programada, por otro lado, en otra parte del mundo, en la esquina del corazón está el amor esperando ser adoptado, listo para despertar cualquier mili centímetro de nuestro ser.
¿Estás lista? Se escucha por ahí…
Me estuve preguntando, qué locos quienes se pierden del amor, de algo tan hermoso.
Gracias por la invitación, gracias por alejar el insomnio de mi corazón y mantener despierto al amor.
Recuerda que todos los días escojo amar, escogí amarte todos los días.
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