5 de Julio

Nos encontramos en el lugar pautado,
sentados en medio del público
habitábamos un segundo plano
donde las energías convergen,
donde nuestras almas se tocaban
sin siquiera rozarnos la piel.

Comprendí que eres la fiesta
en la que no paro de bailar,
el libro que se reescribe al pasar la hoja.
Hiciste una invitación a la cual dije ¡Sí!
¡Y me besaste! me devolviste la energía
que no deja de hacerme sonreír.

Desde entonces vamos en esta montaña rusa,
a (tu) toda velocidad aunque creas que vamos lento...
Y yo dejo que seas el capitán,
solo porque disfruto verte tan tú, tan feliz.
Aunque de vez en cuando tenga que lanzarme
solo para que te metas al agua conmigo.

Somos tan distintos y aún así
tan perfecta es la quimera de nuestras almas,
el anclaje de tu mano con la mía.

Esa tarde comprendí tantas cosas,
esa tarde vi a cupido lanzar su flecha
y con todo el tiempo del mundo
decidí quedarme inmóvil,
con los ojos cerrados y mi risa nerviosa.

No sé si sería la pizza, las galletas o el Nescafé,
tu boca, nuestras palabras o
tu sola presencia...

Sé que no te gustan las fechas
pero ese 5 de Julio además de fiesta nacional
es también fiesta personal,
se conmemora el día
que cupido me flechó contigo.