Yo decido ir lento y tú comienzas a soñar.
Ya no sé nada si me ves y me siento a desplomar.
Cómo saber qué haces si en cuanto me alejo para verte ya me abrazas de nuevo.
Qué es esto contigo si caminar parece volar y tus carcajadas hacen mi día.
Como si no fuese suficiente llegas con tu parafraseo a pintarme el mundo como si yo empezara todo de nuevo.
-No tengo ni mínima idea.-
Y creo estar a punto de perder el conocimiento y tal vez sea sólo una excusa para que me beses.
Dejarte ir porque regresas en segundos a endulzarme con tus labios.
Ahora déjame abrazarte y quitarte cualquier preocupación, elevarnos con los pies sobre la tierra.
Llévate todo lo que quieras, dejemos lo necesario para continuar rendidos.
Por estatura no somos del mismo tipo sin embargo nos gustan los retos.
Si bien te comienzo a extrañar, te apareces en mi puerta con esas ganas de conocerme, de reír, abrazarme y hablarme con besos.
Y yo, ya no puedo enojarme.
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