Respira aún cuando la vida se hace pesada, mantener el aliento aún con el dolor de ver caer los trazos de la vida.
Respira mientras se crea que estamos próximos a morir, porque la tormenta cesa, estar lejos ha de hacerte más fuerte.
Respira que nadie te conoce como tú, que con el tiempo llegará la solución, que nada te turbe porque tienes fe.
Respira y no huyas, si te vas que sea porque no hay nada mejor, confía pues el tiempo te dará la razón o te llevará al discernimiento.
Respira aunque se pierda la confianza, ya verás que los que están contigo al final son tu real y sincera compañía.
Respira que creer en ti y en Dios basta, mantente serena ante la realidad de no poder cambiar a los demás.