Volverme loca, decir ¡Sí! Aunque mi mente diga ¡No!, soñar aún después del amanecer; y sí puede ser: escribir se ha convertido en mi supervivencia.
Muchas sonrisas, mares de lágrimas, testigo de la ira pasajera y del amor eterno, no escribo por dinero, escribo para vivir.
Y sí, para mí no hay mejor manera de amar sino es a través de las letras, es la manía de estar acompañada, de capturar la historia hasta el otro mundo.
Escribir significa entonces mi mejor excusa para jugar a ser adulta y ser simplemente niña, pues cuando se trata de escribir, lo dejo todo fluir.
No es cuestión de ser recordada sino de no ser olvidada; y es que cuando escribo siento que toco el cielo con las manos pues no siento miedo alguno
Entonces, armo una fiesta para celebrar la mejor “virtud” y mi mayor adicción, escribir es más que un deseo, es lo que siempre quiero hacer; tener pasión en mi vocación y vocación en mi pasión.
Lo mejor de todo es que no hay requisitos, no se debe ser un Einstein, Dios dispone el poder de conectar la mano y el corazón en única sincronía, y creo en este sueño eterno, donde damos la bienvenida a un mundo perfectamente imperfecto, donde las maravillas nos juntan en un lazo inmaculado.
¡Feliz día del Escritor! Para que el encuentro total de nuestras miradas, llegue pronto.