Si te concediera un deseo, ¿cuál sería? ¿Acaso pensarías en alguien más que no fuese tú misma; pudiera ser el caso que te sientas más angustiada que feliz, mantendrías la cordura y no serías objeto de impulsos?
Has crecido en un mundo donde según “los grandes sacrificios conllevan grandes recompensas” aunque no necesariamente se cumpla, pocos son los nobles sacrificados y demasiados los que ni se inmutan por hacer algo y aún así le encuentran la “maña” a la riqueza.
¿Desearías algo que pueda multiplicarse y sacarle frutos en el tiempo o escogerías algo para saciar tu penoso complejo?
¿Qué tienes? Tanto rogar y aquí lo tienes, y parece haberse esfumado tu voluntad de actuar… (Tic, tac, tic, tac) El tiempo corre.
¿Por qué la ráfaga de recuerdos? ¿No eras acaso una inconforme empedernida?; explícame por qué miras hacia atrás en vez de mirar hacia el futuro.
¿Será que eres feliz? Que las adversidades sembraron pesimismo y perdiste la noción del valor y el sentido.
Ésta vez es un deseo, imagina si lo perdieras todo, entonces ¿qué deseas?
- Tiempo, dame tiempo.
¿Tiempo? ¿Para qué?
- Tiempo para ser feliz conscientemente, para declarar el valor de las personas y de los detalles en mi vida; para admitir lo tonta que he sido por no escoger ser feliz.